Aristófanes, Las Ranas, 3
Esquilo, Sófocles y Eurípides. Atenienses los tres, la ciudadanía estaba extendida a la región del Ática, la península donde se encuentra Atenas, un pequeño territorio que en sus mejores momentos no superaría los 300.000 habitantes y la capital podría rondar los 40.000, así que seguro se conocían. Esquilo 524-456 a.C., Sófocles 498-405 a.C., Eurípides 480-406 a.C. Aristófanes también fue coetáneo de los dos últimos.
Esquilo llegó a luchar contra los persas e incluso pudo presenciar la batalla naval de Salamina desde la isla. Es considerado el padre de la tragedia y dotó de grandeza y severidad al género. Llevó a la escena asuntos espectaculares sacados de la época heroica. La narrada por Homero en la Iliada. Cuando se puso por escrito, era el libro con el que aprendían a leer y su contenido era aceptado sin dudar como cierto. Escribía trilogías para las representaciones.
Sófocles era profundamente religioso. Gozó en su época del éxito y el reconocimiento del público por sus tragedias y es el más premiado en los certámenes de los tres, en más de veinte ocasiones. No hizo trilogías, sus obras están individualizadas; llevó a efecto muchos cambios en cuanto a los elementos que componen las tragedias y aumentó a tres el número de actores. Sus personajes son también heroicos y con enormes conflictos pero ya no son aplastados por la fatalidad divina y se hacen más humanos. Se le atribuye la frase de "yo pinté a los hombres como quería que fuesen, Eurípides los pinta como son".
Eurípides es el más innovador. Parece que se casó dos veces y no le fue nada bien con ninguna de las dos y quedó tan marcado que por eso muchas de sus obras tienen nombre de mujer. Sus personajes dejan la grandiosidad mítica y se hacen tan humanos que los podemos reconocer entre las personas que nos rodean. Tuvo una dura oposición a sus cambios pero a pesar de ello obtuvo varios premios.
El enfrentamiento de Aristófanes con Eurípides es total. En esta obra lo va a ridiculizar y banalizar en cada oportunidad que se le presente, pero dejando a un lado la intención maliciosa, nos permite saber el carácter de las tragedias y el enorme conocimiento que tiene de ellas.
Comenzamos con Baco y su esclavo en el camino de Atenas hacia el infierno. La primera puya es para los malos autores y los que hacían chistes manidos y gastados. Paran en el templo de Hércules para preguntarle por qué camino deberían seguir ya que él estuvo en el infierno. Éste se ríe al ver a Baco vestido de mujer, con coturnos y la piel de un león sobre los hombros y la clava, símbolos con los que se representaba a Hércules.
Hércules: ¿ Diste una batalla naval ?
Baco: Ya lo creo y echamos a pique doce o trece navíos enemigos
Hércules: ¿ Vosotros ?
Baco: Por Apolo te lo juro.
Y entonces me desperté
Baco le cuenta que quiere ir al infierno en busca de Eurípides porque no encuentra buenos poetas para las tragedias en su honor. Hércules le pregunta por qué no saca a Sófocles, también muerto recientemente, no lo saca para que su hijo demuestre lo que vale. Se sospechaba que había presentado una obra desconocida de su padre. A Eurípides lo tacha de astuto y lleno de ardides para salir del infierno; al resto de poetas los llama insustanciales y peste del arte.
"En cuanto la Musa trágica les concede el más pequeño favor, lanzan de una vez todo su talento y caen extenuados por la fatiga".
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