Montesquieu, Cartas persas, 14


    A los efectos que provocó la política de John Law, no sólo de crisis económica y corrupción financiera, habría que añadir los de la desconfianza duradera hacia el papel moneda, los bancos centrales y todo lo relacionado con la especulación financiera, a todo ello Montesquieu le dedicará varias de sus cartas. La XCVIII con la que comenzamos, no tiene que ver aún con los efectos adversos del sistema Law, 1.716 es el año en que se crea el Banco General, el encargado de emitir el papel moneda o recaudar los impuestos; de lo que se queja es de los rápidos cambios de fortuna que provoca la especulación, "el nuevo rico se queda pasmado ante la sabiduría de la Providencia, el que se ha convertido en pobre, ante la fatalidad del destino", lo que nos dice es que ninguno de los dos sabe cómo ha sucedido y que desde luego no ha sido con el esfuerzo de su trabajo. La situación llamaría la atención porque ya ese mismo año, que coincide con el de esta carta, se crea un tribunal para luchar contra la corrupción financiera.
 
   La primera alusión a los efectos desastrosos del sistema financiero de Law, la podemos ver en la carta CXXXII, fechada en 1.719 y que comienza con lo que cuenta un gentilhombre bien vestido sobre su situación: considera deplorable tener que dejar París e irse a vivir a provincias. Tengo, decía, quince mil libras de renta en fincas, pero sería mucho más feliz si poseyera la cuarta parte de esos bienes en dinero contante y sonante y en letras de cambio... Mis arrendatarios cada vez son más insolventes... Nunca he podido ver cien doblones juntos... Otro personaje en un café, dice a los que tiene a su alrededor: Sí señores, estoy arruinado; no tengo con qué vivir; en mi casa guardo cien mil libras y cien mil escudos de plata en billetes, pero me encuentro en una horrible situación, creía que era rico y he terminado en el hospicio (albergue para menesterosos).
   No puede terminar sin la burla, en este caso un sarcasmo amargo, "vi a otro hombre que gesticulaba como si fuera un poseso, gritaba: ¿De quién fiarse? Un traidor que yo consideraba gran amigo mío me ha devuelto el dinero que le había prestado. ¡Qué deslealtad! Por mucho que haga, siempre será para mí una persona sin honor."
 
   La siguiente cita la tenemos en la CXXXVIII, "aquí los ministros se suceden y se destruyen como las estaciones... A la muerte del rey, Francia era un cuerpo agobiado por infinitos males, a pesar de los remedios, siempre quedaba un vicio interior sin curar. Vino un extranjero (Law) para emprender dicha cura, tras muchos remedios violentos, creyó haberle devuelto su gordura, cuando en realidad, sólo lo había hinchado". "Este extranjero ha puesto arriba lo que estaba abajo, y al derecho, lo que estaba al revés."
 
   Con la excusa de una carta recibida por Rica de un erudito que gasta su fortuna en antigüedades de dudoso valor y que escribe libros de temas intrascendentes, le cuenta a Usbek una fábula que es una alegoría de la vida y hazañas de Law, que es el hijo de Eolo, que vino a Francia, que será la Bética, en tiempos de Luis XIV, Saturno. La carta es la CXLII y está llena de alusiones a las distintas etapas del sistema financiero implantado por él, la emisión de papel, las sucesivas reducciones del valor de los billetes y la bancarrota final: En una isla cercana a las Orcadas (Escocia), nació un niño que tenía por padre a Eolo... Cuentan que aprendió sólo a contar con los dedos y que a los cuatro años distinguía perfectamente los metales... Cuando fue mayor, su padre le enseñó el secreto de encerrar los vientos en odres; que luego vendía a los viajeros... Viajando se enteró de que en la Bética el oro resplandecía por todas partes, Saturno, que reinaba allí, lo recibió muy mal, pero tuvo que marcharse de la Tierra con lo que Law, quiero decir el hijo de Eolo, comienza a organizar su sistema... y...  El resto del cuento es una sátira que no tiene desperdicio...

   En la última carta de este grupo, CXLVI, hace una apasionada descripción de las funestas consecuencias que tuvo en todos los órdenes el fracaso del sistema ideado por Law.
   Un ministro deshonesto tiene tantos testigos, tantos jueces, como gente a la que gobierna... El mayor mal que hace un ministro sin probidad no consiste en no servir a su príncipe y arruinar a su pueblo, se trata del mal ejemplo que da... He visto como la fe en los contratos desaparecía, los pactos más sagrados destruidos, las leyes de las familias aniquiladas... He visto deudores avaros fingir un pago en vez de hacerlo, y hundir el cuchillo en el pecho de sus bienhechores... He visto nacer, de repente, en todos los corazones, una sed insaciable de riquezas... He visto...


 

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