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Mostrando las entradas de mayo, 2018

Anónimo, Lazarillo, 8

   La alegría dicen que dura poco en la casa del pobre. Como es un año de malas cosechas y la población de menesterosos ha aumentado en la ciudad, ésta ha editado un bando prohibiendo la mendicidad y amenazando a quien lo incumpla con castigos y echarlos de allí, así que vuelve a verse en la imposibilidad de conseguir comida. En las charlas con su amo, éste le cuenta que es de Costanilla de Valladolid y le dice por qué no encuentra un caballero al que servir, lo que se deduce de sus razones es que el orgullo y la idea que tiene el escudero de la honra, es lo que mantiene a éste en la penosa situación en la que se encuentra.    A la casa llegan dos personas a reclamar el alquiler de la misma y el de la cama, y él les dio muy buena respuesta: que saldría a la plaza a trocar una pieza de a dos y que a la tarde volviesen; mas su salida fue sin vuelta. Así como he contado, me dejó mi pobre tercer amo.      Costanilla es por definición una calle corta y ...

Anónimo, Lazarillo, 7

   Como el clérigo sospecha que le faltan panes, comienza a llevar la cuenta de ellos, y Lázaro, para no ser descubierto, simula que son ratones los que se comen el pan, así que los roe y esparce las migas por el arca. El clérigo corta las partes "roídas" y se las da a Lázaro, cómete eso que el ratón cosa limpia es. Y comienza el clérigo a tapar agujeros y Lázaro a destaparlos, donde una puerta se cierra, otra se abre. Parecíamos tener a destajo la tela de Penélope.    Buscan una ratonera y piden a los vecinos cortezas de queso, todo para mayor alegría de Lázaro que encuentra con ello algo con lo que acompañar al pan. Pero la felicidad no puede durar. Como no cae el ratón en la trampa, piensan que lo que se come el pan es una culebra. El clérigo, alterado por ello, se levantaba a medianoche al escuchar el menor ruido y revolvía toda la casa buscando la culebra armado con un garrote.    Por miedo a que halle la llave escondida entre las pajas, se la guard...

Anónimo, Lazarillo, 6

   Después de esto, siguen rivalizando en astucia, como en el célebre episodio de las uvas, dando ocasión a que de forma amable, el ciego nos de una muestra más de su sagacidad. Llegan a tierras de Toledo durante la vendimia, aunque el ciego le dice a Lázaro que no son muy limosneros pero que sin embargo  más da el duro que el desnudo.  Ejemplo del uso de refranes a lo largo de la obra. Les dan un racimo de uvas y el ciego propone comerlo a medias y coger una uva cada uno a la vez. A la segunda, comienza a cogerlas de dos en dos y Lázaro que lo ve de tres en tres. Al terminar, el ciego le recrimina que lo ha engañado y Lázaro le pregunta que cómo puede saberlo: ¿Sabes en qué veo que las comiste tres a tres? En que comía yo dos a dos y callabas.    Llegan a alojarse en un mesón, donde el ciego descubre su lascivia, rezaba por mesoneras y por bodegoneras y turroneras y rameras, y así por semejantes mujercillas, que por hombre casi nunca le vi decir oración...

Anónimo, Lazarillo, 5

    De esta obra podemos encontrar diferentes versiones, incluida algunas para niños, las hay en castellano antiguo, otras trasladadas, traducidas al castellano actual y otras con un lenguaje moderno que tratan de respetar la versión original, que será la que vamos a emplear.      Tratado primero. Cuenta Lázaro su vida y cuyo hijo fue.    Será un largo capítulo que comienza donde dice quien es, dónde nació y el nombre de su madre y de su padre, éste un molinero que es acusado y condenado por ladrón, achacaron a mi padre ciertas sangrías mal hechas en los costales de los que allí a moler venían . Desterrado, muere con su señor "en cierta armada contra los moros". Se refiere al desastre de los Gelves, ocurrido durante la segunda regencia de Fernando el Católico, en los alrededores de la isla de Yerba en Túnez en el verano de 1.510, se calcula que hubo 4.000 muertos de los 15.000 que componían la expedición, y esto debido al calor, la falta de agua y ...

Anónimo, Lazarillo, 4

   Es una obra en apariencia sencilla, que nos cuenta la vida de un niño pobre, sin conocimientos y sólo, que debe salir adelante por sus propios medios si quiere sobrevivir. Esta sencillez se vuelve compleja al tratarse de una carta en la que se incluye un "Vuestra Merced", en adelante VM, tratamiento que implica a alguien de una condición social superior, y motivada por "el caso" del que ha oído hablar, le pide a Lázaro, parte implicada, que se lo explique.    Sobre VM, cuya identidad desconocemos, podemos deducir algunos datos. El primero es que comienza con un " ante todas cosas, que a mí llaman Lázaro de Tormes" y da los nombres de sus padres, lo que nos da idea de que esa persona ni le conoce ni puede estar interesada, en principio, en saber nada de él. Mientras le va contando su vida con los diferentes amos, VM es sólo el destinatario de unos hechos que no tienen vinculación alguna con ella.    Cuando introduce en el último tratado al arcipreste ...

Anónimo, Lazarillo, 3

   La obra comienza con un prólogo que, para algunos autores, nos ha llegado con una anomalía en el texto. El prologuista de la obra es el propio escritor que habla de su libro y que lo ofrece a los lectores. Yo por bien tengo, que cosas tan señaladas y por ventura, nunca oídas ni vistas, vengan a noticias a muchos y no se entierren en la sepultura del olvido. A continuación nos dice que su libro tiene dos niveles de lectura: pues podría ser que alguno que las lea halle algo que le agrade, y a los que no ahondaren tanto, los deleite.      Acto seguido introduce dos citas, una de Plinio y la otra de Horacio, y se extiende sobre ellas, cosa que imposibilita que sea Lázaro el que nos habla en el prólogo porque el autor es consciente del estilo de su creación y no sería creíble que el protagonista las conociera.      Y todo va de esta manera: que, confesando yo no ser más santo que mis vecinos, de esta nonada, que en este grosero estilo escribo, n...

Anónimo, Lazarillo, 2

   Una parte del material empleado puede tener origen folclórico tradicional, también de alguna obra anterior a ella, como "Il Novellino", colección de historias cortas del escritor italiano Masuccio, en la que parecen estar inspirados el tratado del vendedor de bulas y la del arcipreste de San Salvador, pero la obra sin embargo, crea sus propios precedentes y contiene variadas técnicas narrativas como la suspensión (dejar de lado el sentido crítico ignorando incoherencias o incompatibilidades de la obra de ficción), como en el episodio del buldero; o la gradatio narrativa (figura literaria de repetición que encadena ideas tanto a más, en ascenso, como a menos, en descenso) que nos dirige hacia el anticlímax, con el ciego o el clérigo de Maqueda.    Esta novela pertenece al género epistolar, aunque sólo cuenta con una única y larga carta, está escrita en primera persona y nos cuenta la vida de un niño, Lázaro, en el siglo XVI, desde su nacimiento y mísera infancia ...

Anónimo, Lazarillo, 1

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    Creo que ya le toca el turno a una obra española y me parece que ésta, en su aparente sencillez, reúne muchos elementos para que así sea. Para comenzar, hemos de situarnos en el comienzo del Renacimiento, en el siglo XVI, anterior al llamado Siglo de Oro de las letras españolas, en unos momentos en que el castellano, ya consolidado como vehículo de expresión literaria y oral, sigue enriqueciéndose y formando su carácter moderno de lengua nacional, y esta obra reúne los requisitos para poder considerar su lenguaje como castellano clásico modélico, flexible, expresivo y sutilmente irónico, con un estilo equilibrado, preciso, rico y oral, tal como preconizaba uno de los hermanos Valdés (Juan), de los que ya tendremos ocasión de hablar.    Por otro lado, es una obra de una gran originalidad que rompe con los moldes establecidos y será el germen de un subgénero realista y específico, el de la novela picaresca. El protagonista, Lázaro, es un anti-héroe, y no tiene ...

Montesquieu, Cartas persas, 16

   El rey, que concentra en su sola persona el poder, siempre se haya rodeado de gente, su corte, su actitud y funciones, vacías y teatrales, se presta admirable y extensamente a la sátira. Por ello, le dedica en esta fase un par de cartas más.    La CXXIV va en contra de las dádivas a esta corte insaciable, que no hace nada y que empobrece al pueblo. Se pregunta por los motivos que puede tener un príncipe para ello, por ganar comprando a algunos vasallos, pierde a una infinidad de ellos por empobrecerlos. Y el autor, en boca de Usbek, se imagina una orden del príncipe que refleja, con humor ácido, lo que quiere denunciar: he cedido a la multitud (prebendas para los cortesanos) de solicitudes que me han sido presentadas y que han merecido la mayor atención por parte de la corona. A los que nunca han dejado de estar presentes en la ceremonia de "buenos días", a los que siempre he visto a mi paso inmóviles como estatuas, a los que se estiran para verme por encima de ...

Montesquieu, Cartas persas, 15

   Las cartas de la CXXXIII a la CXXXVII, tratan de varias visitas a una biblioteca, posiblemente la abadía de san Víctor, fundada a comienzos del siglo XII, y que pronto se convierte en escuela pública de teología y artes liberales, lo que propició que se dotase de una rica biblioteca que estaba abierta al público. Por todo ello, llegó a ser uno de los centros más importantes de la vida intelectual del occidente medieval. Va a ser el vehículo empleado para hacernos algunas reflexiones sobre su visión de algunos géneros literarios y su tratamiento.    Comienza criticando el escaso interés por la cultura que tiene el clero. Le pregunta (Rica) a un hombre serio que se paseaba entre los libros, sobre algunos de ellos: señor, aquí me encuentro en tierra extraña y no conozco a nadie, mucha gente me pregunta lo mismo pero no voy a leer todos esos libros para responderles. Mi bibliotecario podrá satisfacer su curiosidad; es un inútil y, para nosotros una carga, porque no ...